domingo, 28 de enero de 2007

Q.E.P.D.


Esta semana me contó mi mamá que falleció un profesor muy querido que
tuve en la Universidad. Era mi jefe de Carrera, Don Raúl Galeno,
Veterinario.

Recuerdo que fui una de las Alumnas que acogió para voluntariados
obligados. Primero como promotora de la Carrera (junto con la
Carolita), y luego para hacer charqui en su secador solar. Jajajaja. Y
para otras actividades tb.

Era absolutamente mañoso cuando le bajaba o subía el azucar
(diabético), pero imposible dejar de querer.

Una vez me llevó a la Estación Experimental, junto con 2 alumnos más.
La idea era matar un cabrito para hacerlo charqui para una Feria. Yo
era la encargada de sostener la olla que recibiría la sangre
"proveniente del cuello" del animal. Antes de él cortar la piel me
dice "levanta esa olla!". A mi me pareció ridículo levantarla en
posición horizontal (claro, el líquido caería al suelo, puf qué tonto
levantar la ollita). Él cortó, lo próximo que sentí fue mi piel mojada
y caliente. Para detener el choro TUVE que levantar la olla como un
escudo. Al segundo llegaron las moscas a posarse en mi cara, mi cuello
y mis brazos. No dije nada.

(Años más tared vi la película "Carrie", entendí perfectamente porqué
la protegonista se enoja tanto con el baño de sangre que recibe en el
Prom)

Después de faellecido el pobre animal, lo descolgamos y partimos a la
Casona a faenarlo, había que hacerlo muy rápido. Cuando todo terminó
Don Raúl me ordena que me vaya a lavar.

Por supuesto que después de haber sido "desobediente" en lo de la
olla, no me quedaba más que ser una geisha el resto del día.

Cuando me miré al espejo, fue impresionante....me largué a llorar
(niñita! niñita!), de la pura impresión.

Me lavé.... mucho. Regresé al grupo muy digna y jamás se me olvidó el
comentario de Don Raúl, quien me dijo en su tono paternal "de verdad
pensé que te ibas a largar a llorar y te portaste muy bien, muy
tranquila, te felicito".

Con lo pasá de rollos que soy, yo escuché "estoy orgullosa de ti hija mia".

Él generaba sentimientos encontrados. Como que daban ganas de odiarlo
y pelarlo hasta el cansancio, por mediocre, por latero, por pesado.
Pero....había algo bueno dentro de él que era imposible no tenerle
afecto.

Hoy recibí la carta de una amiga que dice que decayó después que le
amputaron una pierna.... No me lo imagino con una menos.

Tal vez dieron resultados las maldiciones del Napoleón. Perro operado
por él, que dicen quedó con tres piernas como consecuencia de dicha
operación.

En fin. Un abrazo gigante para Raúl Galeno y espro que esté descanzando en paz.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La vida tiene muchas vueltas y recovecos. En una de ellas me pillè con el Galeno una vez. En un recoveco encontrè tu sitio o como se llame. Tus comentarios sobre don Raùl... acertadìsimos. Odiado y querido por muchos de nosotros.
Tarde supe de su muerte... quisiera haber estado màs con èl antes de que pasara, pero nunca me mencionò lo grave que estaba.
Fui colega del Galeno y tambièn me trataba como a una niñita todo el tiempo, probàndo mi habilidad, mi paciencia, todo el tiempo.
Agradezco las bonitas palabras que dices sobre èl. Me hiciste llorar "niñita" (pero no importò porque nadie me estaba viendo)

Un abrazo (porque seguro que alguna vez nos conocimos)
Floraplant