martes, 21 de julio de 2015

Y en nuestra sección "Todo trabajo es bienvenido!":


Si hay algo de lo que siempre voy a estar agradecida de Iván Vera-Pinto, es de ese consejo que me dio hace casi 20 años atrás: 


La Zofri inauguraba la tienda Fruit of the Loom y nos contrataron para la apertura (Compañía K'olorín K'olorado). Cuando el grupo de teatro llegamos allá, Iván (mi jefe), nos señala que debemos pintarnos de mimos, vestirnos con la ropa de la tienda y simular ser maniquies y que cuando se enciendan las luces de la vitrina, debíamos movernos como robots.


A lo que yo nerviosa e inmediatamente señalé, "yo nunca he hecho de mimo y menos de robot". Y el Iván le pidió a Juan Carlos​ que me enseñara algunos movimientos.


Entre vestirnos y maquillarnos, mis nervios se incrementaron a mil, e insistí en que yo no era capaz de hacer el trabajo.


Iván me dice "tu sí sabes hacer de mimo, sí sabes hacer de maniquie", y yo dale con negarlo. Me costó entenderlo, pero cuando me pegué el alcachofazo, era que por distintos motivos (en especial por la necesidad), era importante no decir que no a ningún trabajo.


He cumplido con no decir que no, aunque a veces es difícil y hay que estudiar mucho y creo que pocas veces he dejado a algún jefe descontento...sino no me seguirían pidiendo que hiciera de mimo o robot.