jueves, 9 de enero de 2014

Carta a Evelyn Matthei

Sra. Evelyn:

Después de mucho darle vueltas al asunto y de descartar muchas veces la idea de escribirle (siempre pensando "para qué"), quisiera tomarme la libertad de entregarle mi opinión sobre usted. Pero quisiera primero explicarme.

No soy de derecha, ni soy de izquierda. No soy de centro. Soy una hija de la dictadura, soy hija de madre profesora y papá jubilado de la FACH. No milito en ningún partido político y por lo general en las elecciones presidenciales voto nulo, ya que nuestro sistema político no me representa en lo absoluto. Rechazo estomacalmente las vejaciones ocurridas en dictadura, como también rechazo 20 años de gobierno de la concertación.

Diciendo esto, usted puede comprender que no era mi candidata presidencial (y menos la Sra. Verónica), pero siento la inquietud de expresarle mis más profundos respetos. No puedo no sentir admiración por su profesionalismo. En cada debate, usted superó con inteligencia a todos los candidatos y con creces. La energía y el valor que desplegó durante su campaña eran ejemplares. Pero lejos lo que más me tocó fue el día de las últimas elecciones con respecto a su actuar. Nunca en Chile había visto una persona con más coraje que usted, porque asumir la responsabilidad de la "no victoria", en las condiciones en que tuvo que recorrer ese camino electoral, en completo abandono de sus pares (excluyendo claramente al equipo que siempre estuvo a su lado), requiere de una profunda fortaleza. Dar la cara como usted lo hizo y culpándose sin tener la culpa, requiere de eso que ojalá la mitad de los chilenos tuviésemos, verdadero carácter.

Le escribo con la obvia esperanza de que lea usted estas palabras, porque las felicitaciones y elogios de sus familiares y partidarios, son esperables. Pero yo no soy su partidaria, ni su familiar y estoy muy lejana a sus ideas políticas partidarias (aborto, matrimonio igualitario, religión), pero aún así siento la necesidad de felicitarla porque a mi parecer es usted una persona íntegra y valiosa. Felicitaciones por una excelente campaña (que no estuvo libre de sus puntos bajos), exitosa (logró aumentar considerablemente sus votos) y resiliente.
Felicitaciones por que usted pasará a la Historia de Chile, como una mujer brillante (como otras de nuestra historia), que no fue valorada como se debía.

Atte.,
Rocío