viernes, 25 de agosto de 2006

Carta del 23, hace dos dias atrás.

Dormí como bebé. Espero que tu tb. Cuando me acosté me arrepenti de no haberte dicho que a penas llegué te quise llamar, solo para saber si estabas bien.

Quería decirte, fuera de tus ojos, fuera del blog. Que me has hecho inmensamente feliz, con el dia de ayer tengo pa todo el resto de mi vida. Gracias. Infinitas gracias. No puedo negar que me pasa lo mismo que a ti, cuando te tengo asi de cerca, casi que el mundo se me va a acabar de la sensación que mi cuerpo acusa. No sé ni siquiera escribirlo, es lejos lo más hermoso que me ha pasado.

Eres lejos la persona más hermosa irreversible que he conocido. Y no puedo creer que este año empezó sin saber que tu existias.

Bienvenida Primavera, gracias por traerme de vuelta!

Gracias a ti por haberme convertido en lo que soy hoy, una verdadera Rocío, la original (eso si que te debo advertir que la garantía ya expiró, es sin cambios ni devoluciones, yo que tu me lo pienso muy bien).

Si!, gracias a ti es que me siento saludable, linda y feliz. Prometo no volver a caer en la botella tan indignamente. Me da mucha verguenza el haber conversado tanto contigo y recordar casi nada. Sorry (feo a?).

Te estoy extrañando mucho, estoy nerviosa porque no quiero cometer errores, los mismos de siempre o alguno nuevo. Quiero disfrutar cada minuto que esté contigo, quiero seguir tirando todo a la parrilla. Quiero que me conozcas, quiero conocerte. Quiero entender cada gesto de tu cara, quiero que cuando te levantes de la cama, yo ya tenga el vaso de agua en la mano.

Quiero poder entender que si esto costó tanto, no fue en vano. Fue porque tu y yo lo merecíamos.

Bueeeeno, no me queda más que decirte que te adoro. Con el alma y la cabeza, sencillamente te adoro.

Y me hubiera encantado almorzar contigo hoy. Por si las moscas, estoy desocupada hasta las 19 hrs.

Un beso

No hay comentarios.: