domingo, 9 de diciembre de 2012

Hoy en "Remembranzas del Pasado":

Tenía como 13 años, estaba yo con Dago en la playa de noche ya,
esperando los famosos partidos de volleyball playa que tanto le
gustaban ver y para rellenar me estaba acosando con el interrogatorio
de porqué a mi me gustaba el judo cuando podía practicar algo más
femenino como el ballet...como mi hermana.

Y yo le dije que porque además de enseñar disciplina, tb servía de
defensa personal. Se burló bastante hasta que finalmente me dijo
sarcástico y pedante "entonces si yo te ataco tu te defiendes"... Él
era un hombre de 1,78 mt y 40 años, deportista y yo era una judoca
amateur de 48 kilos y 1,5 mt.

Entonces los siguientes 3 segundos para mi fueron lentísimos, eteeeernos.

Se paró frente a mi y estiró la mano como para agarrarme un hombro o
una pechuga y yo tomé ese brazo gire y me agaché haciendo cucharita y
lenvanté la cadera al momento que bajaba la cabeza.... le hice un tsurikomi  goshi.

Él pasó volando sobre mi cuerpo con una ligereza y facilidad
sorprendente. Cuando casi tocaba el suelo me acordé que mi sensei
decía que si la persona no sabía caer debíamos cuidar que no se
golpeara la cabeza. Así es que tomé la precaución de levantar su brazo
para que no se pegara tan feo...en todo caso estábamos en
arena...playa.

Se desfiguró y yo pensaba "boté a mi papá!", pero le dije "perdónperdónperdón".

Él se paró mudo, se sacudió la ropa. Yo guardé silencio y lo seguí
camino al próximo partido que ya empezaba.

Nunca más me volvió a molestar con la lesera del judo-ballet. Nunca.

1 comentario:

:( dijo...

¿Y ni siquiera un comentario?
Eso debió haber dolido... (más por dentro que por fuera, digo yo...)