jueves, 4 de noviembre de 2010

La Serena

(con cara de felicidad 'degustando' el mar)

La Serena es la ciudad natal de mi mamita.

Allá me fui a juntar con ella que andaba por asuntos de Escritora y yo de colada solo para verla por tercera ocasión en el año. Y como nunca yo había visitado esa ciudad, qué mejor que me la mostrara ella.

Fuimos con el grupo de escritores a Monte Grande, Vicuña, Elqui. Me compró un Licor (destilado) de Nísperos, dedicado con mi precioso nombre que ella misma me regaló. 

En La Serena me dio el Tour de las Iglesias... maravilloso.
Me mostró el lugar donde con las compañeras escuchaban canciones de un Wurlitzer, a "la pasada" de ir a rezar a la Santa más lejana del Colegio.
Me mostró su Colegio/Internado, que cumple este año 155 años! uf! y ella estuvo ahí hace 45...una cagá. Me mostró (por fuera), la palmera de más de 300 años, el Teatro, la Iglesia, las habitaciones de las monjas, las salas, etc. Un inmenso colegio. Ella dice que no entiende esas historias terribles que se cuentan de los internados de monja..tiene los mejores recuerdos de ese lugar.
Me mostró el centro, La Recova, la Avenida de las Estatuas, la limpieza de las calles, me llevó al Jardín Japonés.

Me llevó a Coquimbo, a cuadras de una cruz gigante "La Cruz del Tercer Milenio", me llevó a andar en bote por el borde costero de esa ciudad, me mostró de lejitos la Mezquita, me llevó a la feria artesanal, a la plaza. Comimos papayas confitadas.

Hasta que me llevó al Aeropuerto donde ya no me gustó nadita la cuestión. Se iba a medio día. Tenía vuelo a Antofagasta con transbordo para Iquique.
Ahí quedé llorando, como niñita perdida en la calle. Mi bus salía a las 23:40 hrs con destino a la capital.

La hermana que viene después de ella, vive en La Serena y me invitó a almorzar a su casa (casa de la hija). Allá encontré a mi prima Gena (con sus 3 retoños) y su hermana Jéssica, mi otra prima. Ahí lo pasé chancho, me reí, hablamos de libros y Harry Potter, almorcé, tomé once, escuché y me encanté con una familia que no veía hace millones de años (más de 20).

Me resfrié... otra vez. Dormí en el Bus a pesar del olor de la señora a mi lado derecho y los estornudos del señor de mi lado izquierdo. 

Pero claro... lo comido y lo bailado, no me lo quita nadie... verdad?

2 comentarios:

:( dijo...

Obvio...
y lo regaloneado tampoco...

tito dijo...

Sin duda un hermoso viaje, sobretodo para quien ama esa tierra como yo. En mis sueños está terminar mis días en esa ciudad.
Recuerdo sus iglesias, el paseo a Vicuña, a Coquimbo en una embarcación, ¿la recova? no me dice nada, todavía no conozco el parque japonés y me alegro por tí que pudiste compartir con parientes y con la Ceci. Yo fuí muchas veces a verla al internado, podía ir porque era niño, porque no se permitían hombres. Incluso cuando en ese colegio hacían presentaciones de gimnasia no podían asistir los padres o hermanos, eran otros tiempos.
Todavían quedan parientes por tu lado materno, tías abuelas y primos en grado lejano.
¡qué ganas de ir a La Serena!