viernes, 1 de junio de 2007

CUENTO DULCE MACERADO

Bueno comencé a escribir en un Blog el 20 de Julio del 2006 (blog que luego borré).

El 24 conocí a mi Baby.

Y el 28 escribí lo siguiente, que consideré muy comprometedor ya que todavía tenía una relación (bastante larga por cierto):

Lo publico ahora porque me costó encontrarlo, la redacción es igual de mala que todo lo demás, pero me gusta, porque muestra lo primero que sentí hacia mi Su, aqui va:

viernes, julio 28, 2006
CUENTO DULCE MACERADO

Que peligroso es jugar con fuego.
La diferencia es que yo no juego.
Me quiero quemar.
Y me duele pensarlo, me duele físicamente el corazón.
Lo único que me devuelve el alma al cuerpo es que tengo esperanza.

Me vuelve la pena cuando pienso en los demás, en aquellos que tratas de hacer felices todos los días.

No hay nada más doloroso (a parte de perder un hijo), que lastimar a la persona que amas o a la que mas le debes tus afectos, tus logros.

Lastimar es terrible.

Pero si el precio es un beneficio enorme ¿entonces qué?

Tengo que ser egoísta?

Tengo que dar lo que corresponde?

Cuando pienso en que es la única vida que tengo, la respuesta es clara. Todos los días pienso en que "algún día" me voy a morir, por lo tanto mi tiempo en vida es preciado, tiene un valor incalculable. Es lo único que tengo para dar, no tengo nada más. Mi tiempo.

No tengo dinero, ni bienes materiales, solo tiempo.
Por lo tanto a quien se lo doy, le estoy dando mi vida.
Entonces la caridad qué tiene que ver?
Por caridad voy a dar lo más preciado?
Por agradecimiento?
Por lealtad?

Cuando lo pienso aun tengo dudas. Y no entiendo porqué mi cuerpo me hace esto. Es de verdad un químico, una sustancia? De verdad pasó?

Si estaba todo bien, o por lo menos todo normal. Me conformaba con lo que tenia.

Y ahora quiero más, quiero esa conexión, quiero esa chispa que hace que se me encienda el alma. Quiero ese desvelo mutuo.

Tan rápido?

Cómo pudo pasarme tan rápido?

Y si no es recíproco, dónde me meto todo esto?

Es la sensación de que en mi corazón hay una bolsa de meteoritos comprimidos y en cualquier momento van a salir sin permiso.

Y se suponía que no debía decir nada. Porque son cosas que se guardan, no se dicen, no se verbalizan, esa carta se guarda hasta el final, hasta que tienes el juego seguro en la mano. Pero eso tampoco es honesto.

Podría haberme hecho la linda por harto tiempo, para tantear el camino, para conquistar, para cazar. Y yo la bestia suelto los meteoros sin más. Arrasando con todo. Sin pensar... sin pensar.

Y aun así, me dan esperanzas. Esperanzas de qué? de la migaja con la que me tengo que conformar? O tal vez es mejor la migaja que nada? o quizás con un millonésima parte de esa migaja sería profundamente feliz?

Esa es la palabra. Feliz. Busco felicidad? Qué quiero? Cierro los ojos y se lo que quiero.

La quiero como se quiere una muerte feliz, como se quiere la sonrisa gratuita, como se quiere un hijo sano, como se quiere la plenitud del contacto, como se quiere ser feliz para toda la vida, como se quieren revivir los momentos maravillosos y plenos ya vividos. La quiero, la quiero, para darle lo más preciado que tengo, mi tiempo, mi alegría, mi responsabilidad, mi querer, mi amor.

Pero para tener lo que deseo tengo que lastimar. Y si lastimo para conseguir lo que quiero, no sé si podría vivir con eso otra vez.

Sí, lo hice ya una vez, me dije: "por mi bien"; cerré el puño y seguí caminando, cerré los ojos y caminé. Y aquí estoy, en la misma encrucijada. Donde para lograr lo que más añoro, no soy solo yo quien debe lastimar. Es alguien más, no se si estoy dispuesta a soportar que alguien más lo haga por mi felicidad, porque el dolor es tan grande y seria el doble si tengo que hacer pasar por eso a la que ahora me quita el aliento.

Entonces, la respuesta es simple, olvídalo. Ya no fue, no es el momento, nunca será. Ni siquiera para emular a Los Puentes de Madison. El riesgo de la migaja es muy alto, voy a querer el pan completo.


Mi felicidad no vale tanto sufrimiento ajeno. Solo voy a disfrutar su compañía, tratar de provocarle esa risa que tanto me gusta, bañarme con su aroma. Grabar su cara en mi memoria. Para cuando esté triste, tenga algo de qué afirmarme. Para cuando sienta que todo se acaba, se me llene el alma de su recuerdo. Asi voy a capear el tumbo, con la frente en alto, con el corazón en la mano y su carita en mis ojos.

Mi soplito suspira. La culpa me tortura.

Y sus ojos me llenan.



"Y me voy a arrancar los ojos, para no ver cómo mis manos rasguñan mi pecho tratando de sacarte de mi corazón. "


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Te das cuenta amor, que lo mio fue prácticamente un flechazo instantáneo. No fue algo planificado. No fue algo que yo anduviera buscando. Solo pasó... simplemente, pasó.

Yo tenía una vida, tenía a mi Pia (perrita), vivía en una casa, un hogar, manejaba un auto, cocinaba cuando se me antojaba, regaba un patio, iba de paseo y de visita con mi pareja. Tenía un mundo estructurado, que no me hacía feliz.

Y yo te conocí... y fui feliz de inmediato.

Mira tu cómo son las cosas en esta vida!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pensaba escribirte al final de leer tu blog, porque apenas lo descubri hace una semana, pero al leer esto no resisti las ganas, no cabe duda el amor es el amor, uno puede tenerlo tan cerca y no darse cuenta, o un día cualquiera conocerlo y cambiar toda tu vida, como te ha pasado a ti, no se como vas en el 2011 porque voy en el 2007, pero espero sigas Féliz con Su.
Desde Monterrey, N. L. México Saludos!!

Anónimo dijo...

Yo misma a Anónimo:

En el 2011 la tengo a mi lado y estamos por cumplir 5 años. Soy cada día más feliz, somos felices.
Gracias por leer,tenme paciencia, porque a ratos me vuelvo muy latera.

Un abrazo!!!

Gracias!
Rocío.

Anónimo dijo...

Eh gracias por contestar!! varias veces he soltado la carcajada al leerte,y otras me he sentido identificada con lo atolondrado que eres :P
Desde México, nuevamente saludos.
Bea