lunes, 2 de octubre de 2006

Nathalia

El Sábado me junté con mi Gioco, y ella (siempre tan dispuesta) me ayudó a llevar algunas de mis cosas que están en su casa, al depto donde estoy viviendo.

El Domingo las intrusee (se escribe asi? por lo menos se ve bonito), y encontré una caja con fotos impresas. Siempre me han gustado las fotos.

Creo que tiene que ver con la obseción que tengo de no querer olvidar. Y como nunca escribí un diario de vida, la verdad es que las fotos son la herramienta que mejor me acomodan. Hasta que apareció este asunto digital, que me permitió contar con una cantidad de material enorme.

Pero sigo pensando que el efecto de la fotografía en papel es "otra cosa".

Bueno, entonces encontré esta caja con fotos. Me desilusioné pensando en que tenía más fotos de mi infancia y juventú, porque lamentearía mucho haberlas perdido en la Separación de Bienes.

La mayoría eran fotos de los últimos 6 años de mi vida. Comencé mirando las de viajes más recientes, las de Buzios, las de Iquique, Arica. Y en todas recordé peleas y malas caras. Me dió rabia. Porque cualquiera que las viera jamás sospecharía lo desagradable que fueron esos momentos. Incluso me acordé de la pelea de Arica, en el Morro, horrible, casi nos matamos peleando!

Pero revisando bien, encontré "otras" fotos, las de los primeros dos años de relación. Y mis recuerdos fueron otros. Al comienzo crei sentir pena, nostalgia, cariño. Eran fotos hermosas acompañadas de recuerdos encantadores.

Y claro! los dos primeros años fueron preciosos, llenos de amor y cariño, risas y chistes ... y terminaron sin darnos cuenta con el primer insulto, falta de respeto, mal trato; y me refiero mutuo. Sí porque yo tb soy culpable, yo tb insulté, yo tb grité y empujé. Soy victimaria y victima a la vez.

Fui feliz encontrándome con esas imágenes, encontrándome con esos recuerdos que de repente se hicieron tan reales. Encontrándome con esa Nathalia que me escribía: "... y no importa si mañana no te tengo, lo que importa es que hoy te amo." Siempre voy a estar agradecida de ese periodo, lo pasé espectacular. Me sentí amada, querida y protegida. Y yo por mi parte traté de entregar lo mejor de mi, aún teniendo la sensación de que no sería por siempre.

Entonces, al final del día entendí lo que me pasaba con este desentierro, yo era viuda de esa Nathalia. La que se fue junto a esos dos maravillosos años. Y acabo de finalizar mi Duelo. Un duelo inconciente de casi 4 años, terminó ayer, junto a esas fotografías.

Y ahora que lo comprendo... puedo descanzar en paz.

1 comentario:

Anónimo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.