jueves, 12 de octubre de 2006

Comida Japonesa

Siempre tuve la idea de ir a comer comida japonesa. Me parecía imposible que no me gustara de puro ver sushis con palta, camarón y arroz, imposible!

Bueno ayer fue el día. Qué día!!!!

Recibí la invitación de un señor al que iba a Asesorar. Dije que si, no por la compañía pero si por el Restaurant. Mi madre me hubiese prohibido aceptar una invitación como esa y yo feliz lo hice porque pensé --- Fina Comida Japonesa!!!--- Yea!

En fin, entramos y el primer piso estaba lleno de señores con terno con cara de muy cuicos (de los de verdad). Nosotros nos sentamos en el SushiBar, al frente de 3 cocineros (ninguno de ellos japoneses), todos ellos muy ocupados.

El gordito japonés de El Gourmet.com le hubiera dado ataque de verlos preparar comida, porque por lo que me pude fijar no existía ese sentido ceremonioso de preparación.

Igual era entretenidísimo estar ahi mirando. Hasta que llegó el mozo (tampoco japonés), con la carta. Mi sentido de la economía me obligó a pedir lo más barato: Menú 1 $6.900 uf!!!

Eran como 5 cosas más té verde. Mi comensal pidió lo mismo.

Cuando miré los palitos, supe que sería toooodo un desafío para mi. Y justo cuando estaba pensando en mis manos sucias el mozo nos trajo a cada uno una toallita enrollada en una bandejita ínfima. Me explicaron que era para limpiarse las manos. La desenrollé y..... estaba tibia!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Exquisito, hasta ese momento todo iba genial. Me dieron ganas de pasármela por la cara... obviamente no lo hice, la Rocío en extremo educada - que llevo dentro - me lo impidió a tiempo.


Lo primero que llegó fue el té verde, luego unas empanaditas con 2 brochetas de pollo. Estas últimas estaban sobre una salsa dulce de soya (me recordó a su homóloga, la de tamarindo). Me encantó el pollo y la salsa. Las 6 empanaditas eran con una masa húmeda y el relleno era ácido, pero agradable cuando se remojaba en otra salsa basada en soya (seguramente).

Hasta ahi seguía todo bien, mientras no dejaba de deleitarme con el trabajo de los 3 cocineros. Preparaban unas bandejas en forma de barcos, llenos de colores, por la comida que llevaban.

Estaba ansiosa de que me sirvieran MIS sushis. Se demoraron caleta!!!!!!!!!!!!!

A esas alturas yo conversaba con dos de los 3 chefs (ojo que de verlos cocinar pasaron de cocineros a chef en como 20 min), la Rocío sociable es compatible con la extremadamente educada. Y les pregunté si en la casa estaban obligados a cocinar lo mismo. Y la respuesta fue que si. Valorrrr!!!!!! Trabajar toda la semana en eso y que además en tus horas de descanso y reposo tengas que hacer lo que haces en el trabajo.... uf! fuerte.

Mientras me sirvieron un tazón de arroz, ahi me gradué con los palillos! Tomaba un poquito con los palitos y luego lo untaba en la salsa agridulce y todo sin perder ni un solo grano, ejale!

Mi invitador me ordenó una Kunnstmann Torobayo. Tal vez me preparaba para lo que venía.

Hasta que ... Por fin! que ya se me hacía agua la boca.

Era una bandeja de madera con 6 rollitos envueltos en esa lámina de algas. El Chef jefe me explicó que estaban hechos de huevas de una pesc.... (no escuché el resto porque se me congeló el cerebro con lo de huevos de pescado, es decir, testículos de pescado!), palta y algo como simulando centolla. Traté de ampliar mi mente. Me recomendaron que lo untara en wasabi y salsa. Me quise asegurar con las cantidades asi es que probé solito el wasabi... picaba ... hasta el alma! El chef me recomendó que mezclara el wasabi en la salsa... buena idea!!!! Comida didáctica!!!

Lo probé, no me gustó el sabor. Intenté con el segundo. Nada. Aún así no pensaba en dejar nada sin comer. Me flataba una cosa más, puse toda mi esperanza en que limpiaría el sabor de lo anterior con eso nuevo, ingenua! Para eso estaban las hojuelas de Gengibre (esas me gustaron mucho).

Y finalmente me sirvieron unos montículos de arroz blanco con un trozo de salmón encima. Se vei la raja! Pero a medio camino a la boca me di cuenta que el pescado estaba crudo.... CRUDO!!!!!! Crudo como cuando lo pescas y a orillas del rio lo abres y te hechas un pedazo a la boca................. Guácatela!!!! Y con tan mala cuea, que como era primeriza tenía lo ojos de los 2 cocineros (bajaron inmediatamente de categoría con los últimos dos platos), de mi acompañante, la cajera y dos mozos encima. Asi como esperando mi reacción. Como si fuesen a presenciar el momento justo en que a una persona el placer bucal le llega como por obra y gracia del espíritu santo!

Me hice la linda y puse mi cara de "cata de vinos", funcionó y dejé a todo el mundo feliz. Después le confesé al cocinero principal que no me había gustado (mientras el invitador pagaba la cuenta). La Torobayo fue mi compañera fiel. Me ayudó a tragar todo, todo, porque me lo comí todo, todo. Me tomé dos tazas de té verde y fin. Acabó!

Me despedí cortesmente de todo el personal y salí digna de ahi (obviamente que me hice socia de no se qué huevada antes de irme, algo asi como "amigos del sushi").

En la oficina sentí que me volvía la jaqueca del día anterior y cuando conté lo de la invitación, todos felices... A TODOS LES ENCANTABA LA COMIDA JAPONESA!!!

YO LA ESTABA EMPEZANDO A ODIAR....

1 comentario:

LaEscarcha dijo...

jajajajajajajajajaja. Tan rica mi cosita! ya te imagino la cara que tenías, por dentor envuelta en asco y por fuera con carita de lady... pagaría por verte... lindaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!