viernes, 18 de agosto de 2006

COMPROMISO




Hicimos un "pacto" espero poder cumplirlo. Es un pacto secreto (no me acuerdo si incluia el blog o no?). A veces pienso que es su manera de hacerme olvidarla. A veces pienso que le doy pena. Porque si pienso que de verdad siente "algo" por mi, es todo más difícil aun.
Espero que tenga un fin de semana pasable. Entiendo que tiene que enfrentar una situación en extremo complicada.
Y cuando me den ganas de llamarla o de escribirle o de olerla o de verla, voy a hacer lo que me dijo la Rosita. Voy a traer un recuerdo personal de algo que me haga sentir bien.
Entonces cuando me vengan las ganas, voy a cerrar los ojos y me voy a acordar del sol y el calor que sentía cuando iba llegando a la playa (Cavancha)...
Cuando porfin nos instalábamos yo me desvestía rápidamente y miraba el agua, me llenaba los pulmones de aire y arrancaba a toda carrera agarrando cada vez más fuerzas para que el salto fuera espectacular. Al llegar al agua debía cuidar de no perder el ritmo levantando mucho las rodillas, hasta que enfrentaba la ola..... un salto y de piquero al agua.
Amaba la sensación de estar entrando en el agua, cómo iba cambiando la temperatura de mi cuerpo. Procuraba no tocar el piso con la cabeza, hacia una curva levantando el pecho, ponia mi pie en la arena y desde adentro del agua pegaba un salto de regreso al aire, emergiendo alegre y satisfecha. Sacudia mi cabeza, miraba hacia el quitasol y saludaba a mi mami. Saboreaba la sal de mis labios y empezaba a nadar mar adentro.
Me gustaba mucho cuando el mar estaba tranquilo y yo flotaba mirando la futura puesta de sol. Tomaba un poquito de agua entre las manos y la lanzaba lo más alto posible. En el aire las gotitas eran completamente redondas y de distintos tamaños, me encantaba verlas caer. Disfrutaba tanto de la intimidad con el mar, me quedaba flotando con la boca bajo el agua y la nariz sobre. Contemplaba ese vapor que salia del agua cuando la temperatura empezaba a bajar.
También jugaba mucho, hacia la invertida; asomar los pies era chistoso. Me daba vueltas de carnero; una vez logré hacer 4 seguidas sin cambiar el aire. Simulaba que esquiaba con la fuerza de las olas. Me quedaba flotando de espaldas mirando el cielo, tomando sol cuando me daba frio.
Qué buenos recuerdos. Son mios, solo mios.
Me daba mucha pena cuando notaba que mi mami llevaba rato pidiéndome que saliera del agua, ya eran las 18:30 hrs. Toda la tarde en el agua, con los dedos arrugaditos, los labios hinchados por la sal, los ojos rojos de abrirlos bajo el agua, FELIZ.
Salía del mar pensando "la próxima semana nos vemos".

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