lunes, 27 de noviembre de 2006

Confesiones de una Obsesión

Mis obsesiones provienen de distintos lados.

Por ejemplo, tengo las que provienen del ocio. Como ordenar lo billetes por año y nº de serie (eso me quedó de cuando trabajé de cajera en el Supermercado Palmira de los Molles en Iquique). Como elegir una moneda al azar y recordar qué hice el año en que la fabricaron.

Las que provienen de cosas prácticas, como apretar la pasta primero al lote y luego de abajo hacia arriba, lavarme los dientes en un orden especial, hacer zaping de menor a mayor, la rutina de ducharme en orden, etc.

Están las que provienen de placeres, como acelerar antes de una subida al conducir y luego soltar el vehículo con el embrague en la bajada y llegar lo mas lejos posible con la viradita. Como tirar el pucho lanzándolo lejos con los dedos (eso era cuando fumaba, ya no). Como patear una misma piedra por largo rato sin salirme de un margen. Como doblar los papelitos de los dulces, enrollándolos y luego haciéndoles un nudo al medio.

En fin, debiera profundizar más, pero tengo una peuquita en la oreja que se está quejando que no la escucho. Y eso si que es prioridad para mi. Esa si que es mi principal obsesión. Mi Su.

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