http://www.facebook.com/profile.php?id=100001885497675
Este es uno de los agresores de Zamudio según su colega confeso Raúl López. Según Raúl, él es quien le marcó la svástica con el gollete de la botella que le quebraron en la cabeza.
Lo que me impresiona es que es un hombre que escribe sobre su hijo, que se ve alegre en sus fotos... no logro entender el cómo ni el porqué.
En el artículo del The Clinic (http://www.facebook.com/profile.php?id=100001885497675), relata el confeso las cosas que le hicieron (no recomendable de leer por personas sensibles), no dejo de sentir pena, angustia y dolor. Sé que ocurren cosas más feas y terribles en el mundo y en Chile... pero no deja de todas maneras, de escapar de mi compresión racional.
Es más fácil pensar en agresores feos, malacatosos, infelices y hediondos... que en gente que puede ir a tu lado en el metro, que es feliz con su hijo y su señora, que sonríe en todas sus fotos y que hace aseo en su casa.
Esa "maldad escencial" es la que tiene un efecto sorprendente en mi. No es hacer daño por defensa propia, es daño por tu convencimiento de impunidad tal vez, es daño gratuito. Puedo llegar a entender incluso que le den un par de patadas y combos.... pero toooodo lo demás que hicieron era una carnicería gratuita.
Y de fondo no dejo de pensar en la madre de Daniel Zamudio... y en las madres de los agresores, que probablemente sean señoras comunes, que van a comprar pan a la esquina y el diario al quiosco...
Gente como uno tal vez...
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